Jueves y viernes en el Torroja

He acudido a un  minicongreso en el que presentábamos nuestra aventura en el Buesa junto a los arquitectos de la Diputación de Álava. El título del «congresillo», un poco pretencioso para mi gusto: Hitos estructurales de la arquitectura mundial. En todo caso, entrañable estar en ese lugar donde el tiempo fue congelado que es el Torroja. No sé si lo que debería estar protegido es el continente o el contenido, pero le falta sólo ser en blanco y negro.

http://www.ietcc.csic.es/

Las ponencias de la mañana del jueves, no menos entrañables, era como regresar al pasado: Lamela contaba las torres de Colón, Martínez Calzón sus puentes mixtos, un homenaje a Fernández Casado, a Nervi, a Lamela, a Tange, Frei Otto, a Schlaich. A la salida pedí en el quiosco el último número de Zodiac y, claro, me dí cuenta de que había vuelto al presente.

La verdad es que, viendo las olimpiadas de los 60 y sus edificios, se entiende que sólo en esa década se pudo mandar un hombre a la Luna. Ahora, ni eso ni los edificios de Roma, Tokio, México, Munich…

El homenaje a Schlaich era real, con exposición y todo. Si podéis, id al Torroja a verla… para ver el Torroja.

Aquello me pareció una especie de «esta es su vida», plagado de recuerdos.

Incluso apareció Mariano hablando, defendiendo y dando actualidad a esa originalidad de la ETSAM y de Ricardo que es la cantidad de estructura y que nos ha hecho pensar de otro modo a los que fuimos fabricados allí. Jaime no estaba, pero está en estos enlaces, que vale la pena repasar:

http://oa.upm.es/3828/

http://oa.upm.es/3691/5/concebir_est_v3.pdf

Finalmente apareció Ricardo también, contando unas más que sensibles reflexiones sobre el Panteón y el gótico… todo muy proustiano, tras diez años fuera de Madrid, de la  escuela, de todo aquello.

El viernes, aparte de Ricardo, Manterola, muy sabio, y nuevamente mucha presencia de ese estudio de ingeniería pequeño, potente y eficaz que es MC2 y de los Schlaich, homenajeados ellos.

http://www.sbp.de/de

Mosaik_1578_0106_a
Mosaik_2309_1422_a

Lo más duro es ver lo sufrida que es la vida del profesor universitario, la necesidad de presentar papers, cuenten lo que cuenten, sometidos a la humillación de los 10 minutos. Nosotros fuimos a contar algo que queríamos contar, pero he visto a viejos profesores míos leyendo a una velocidad pintoresca lo que hace 20 años me contaron en clase, como si fuese una ponencia original y sin importarles auditorio, ni si les escuchaban, haciendo méritos en su carrera académica.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *