Dejen a los edificios morir en paz

En anteriores ocasiones me he quejado de cómo, a un edificio del Paseo del Prado (que no había hecho daño a nadie) alguien lo iba a echar abajo, estando en perfecto estado, para construir otra cosa que estaba por ver que fuese de la calidad del original.

Pues hay algo peor aún que podemos hacer (y estamos haciendo) con los edificios que han prestado un digno servicio a esta sociedad: maltratarlos, torturarlos, disfrazarlos. Esto es lo que siento cuando veo la imagen que ilustra esta mañana una información de El País relativa a la operación Canalejas.

Sobran las palabras, olvidando protecciones, estructuras y patios de operaciones. Esto no se le puede hacer a un edificio. A mí me duele. Dejen de hacerlo sufrir. Supongo que visto esto alguien entenderá mi precaución al ver el excelente proyecto de Teruel Cilla. Estas cosas siempre me evocan las mismas referencias cinematográficas:



No sé quiénes serán los Men in Black que salven a los edificios poseídos por organismos extraños o convertidos en zombis. Un poco lo están siendo N’UNDO.

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