Arquitectura Viva 142
Un número lleno de casas con sugerencias, con un uso del suelo muy japonés, no nuestro aburrido suelo occidental que, tras la supresión de barreras ha quitado toda complejidad a la superficie que pisamos.
Empieza no obstante por noticias de China. De China empiezo a tener noticias. Hemos mandado allí a tres valientes y desde hace dos semanas la oficina se nos a llenado de gatitos de la suerte. Lo que he aprendido de nuestros expatriados es algo sencillo de ver en Google Earth: China es azul desde el cielo. En efecto, todos los tejados de chapa de naves industriales, el panel nervado de aquí de Arcelor-anitguo-Perfrisa, allí puede conseguirse en cualquier color, siempre que sea azul. ¿muy de Mao? No lo sé:
Os dejo las webs de los muy sensibles protagonistas de este número, excepto Sambuichi, que no he dado con él, será cosa del japonés:
no permite otra cosa que mandar un mail o llamarle por teléfono. Minimalista y japonés. La verdad es que empiezan a gustarme los estudios que se dedican a hacer arquitectura y no páginas web. Se supone que son las redes sociles las que pondrán a cada uno en su sitio. Eso de hacerse un motor de arranque con una web propia es un poco hacer trampas. Igualmente escueta es su entrada en la güiquipedia. Aquí tenéis la obra en cuestión:
y esta reflexión sobre una mesa que recuerda el número del vaso de agua de Tip y Coll
http://www.metalocus.es/es/blog/junya-ishigami-en-madrid-my-works-small-images-libro
http://www.geocities.jp/oyabuapo/ Este me sorprende aún más: su güeb reside en geocities… yo creí que eso ya había desaparecido. Creo que llegue a tener un sitio ahí en los tiempos de MOM, con Susana y Nerea.
http://salad-net.jp/ Otros que sólo dan la dirección y el teléfono.
http://www.hideyukinakayama.com/
http://www14.plala.or.jp/mfas/fuji.htm
Y avanzando en el número, un disgusto, la muerte de Eleuterio Población. No pensé que la distancia me dejase tan ajeno a una muerte que ocurrió hace ya tiempo, en noviembre de 2011. Aunque no recuerdo con especial cariño los quince días que aguanté en su estudio en el año 1989, ahora el tiempo me ha hecho ponerlo como ejemplo de industrialización del proyecto. Recuerdo cómo daba instrucciones a su delineante, diciéndole: «este edificio va a llevar la fachada del banco de ……. y la distribución del edificio de oficinas de ……». Acto seguido el delieante se dirigía a unos ficheros donde estaban recogidos los infinitos proyectos de aquella oficina y recogía los tubos con los planos necesarios. Y manos a la obra. No supe ver nada que sirviese a mi formación en aquel lugar y huí. Supongo que acerté. Pero hagamos el homenaje que propone Ricardo en su artículo y revisitemos sus excelentes edificios en Madrid, empezando por el Beatriz. Aunque si algo hay que agradecerle fue aquellos restaurantes que se llamaron VIPS (no la cadena en la que se han convertido ahora). Todavía recuerdo aquel día en que mi padre me llevó por primera vez al de Velázquez (el del edificio Beatriz). Acababa de morir el general, salíamos del agujero de la historia y fue la primera vez que me sentí moderno en Madrid. Ricardo diría que al final le debo incluso tener nombre de hotel: Don Pepe.
Finalmente, el número me pone de deberes una visita obligada a la Biblioteca Hertziana en Roma, de Navarro. Voy dentro de dos semanas, sacaremos un hueco para echar un vistazo.
Y tiene interés la sección de reciclaje. Pasead por las webs que recomiendan.