¿Tener un dominio?
¿Puedo quitarle el dominio a Luis de Góngora?¿A Albert Einstein?¿Si pudiese sería admisible que lo hiciera?¿Si hoy nace un Luis de Góngora es justo que no pueda tener repercusión en la red si ya se lo quedó el poeta?
Durante un tiempo le di vueltas a la posibilidad de tener un dominio. Mi nombre no es muy adecuado para ello, pero probemos:
Supongo que este señor es muy dueño de ser el Pepe Martínez español por antonomasia. Paga y tiene derecho, yo no voy a entrar en ello. Igual hasta le compro el libro.
Veo que los Pepe Martínez somos gente sensible, el que no escribe, decora, siempre se ha dicho. ¿Es este el Pepe digno de representar a nuestro nombre en el campo comercial? Yo no voy a decir si sí o no, juzgad vosotros. No es mi estilo de Pepe, pero insisto en que paga y el que paga manda en esta sociedad.
Bueno, he comprobado que edu, org y bastantes otros internacionales están libres, que si quiero me apunto. Si nos metemos en google, de estos dos señores de arriba, ni rastro, pero este es el número uno de la primera página:
http://pepemirame.blogspot.com/
un activo catalán que cuando escribo esto lleva 24.865 entradas, que se dice pronto. Este vecino de Montcada i Reixac usurpa en esto de los pepes martínez el que debería ser el primer puesto a mi entender, no vaya a molestarse mi tocayo montcadés, el guitarrista flamenco Pepe Martínez:
http://www.elartedevivirelflamenco.com/guitarristas161.html
aquí lo tenéis, en vivo
y, para los más aficionados, aquí tenéis un programa de radio2
http://www.rtve.es/alacarta/audios/nuestro-flamenco/nuestro-flamenco-pepe-martinez-30-12-08/362821/
Pues lo que le pasa al pobre Pepe Martínez guitarrista es que cometió el error de morirse y eso, en la red, es fatal. Ahí estamos mi amigo el catalán, el vendedor de muebles, el escritor y este cantamañanas que os escribe esto, acompañados, como no, por un futbolista mexicano, borrando su memoria inmerecidamente.
Comprar el dominio ne creo que sea ético y la dirección que nos sitúa en la red puede ser tan arbitraria como queramos. Yo vivo en la Calle de Manuel Iradier y no soy explorador. Otros viven en la Calle de los Reyes Católicos y son republicanos.La dirección y uno mismo no tienen por qué estar relacionadas.
Creo que la notoriedad nos la tiene que dar la democracia de google (aunque aquí también se paga). Si algo es popular se encuentra y si no lo es, no se encuentra. Yo no voy a tener dominio.
Ya que estamos en ellos os explicaré el porqué de Pepino Martini, aun sabiendo que al contarlo me arriesgo a ser suplantado. Se trata de un nombre imposible y muy útil en la red para generar alias cuando uno es portador de un nombre aburrido. Resulta que no hay Pepinos Martini en Italia, es un nombre imposible. Tan sólo compito con un cóctel de ingredientes evidentes. Os dejo la fórmula:
El Pepino Martini, se hace con Ginebra de Hendrick, una ginebra escocesa condimentada con pepino y el pétalo color de rosa, y que, cuando aseado servida, tiene refrescarse, el pepino observa. Se sirve en el cociente de “Montgomery”, (15 porciones de ginebra, a una porción de vermú seco), y se adorna con varias rebanadas papel-finas del pepino inglés pelado.
Hola tocayo. Buzoneando por aquí he visto tu comentario sobre los dominios de pepemartinez. y lo que sea. La verdad es que tienes razón en muchas cosas. Cuando compré el dominio, casi me lo regalaron. Andaba detrás del .com, pero ese ya estaba registrado, aunque ahora me piden, si quiero hacerme con él, casi dos mil dólares. Una barbaridad para el humilde escritor que soy. Pero todo se andará. Si no te importa, he copiado tu receta del pepino martini, pero ni he encontrado la ginebra esa y el jodío cociente ese de Montgomery, me trae loco. En relación a la compra del libro, sé valiente, atrévete y CÓMPRALE. Aunque puedes comprar más libros míos por amazon. No te quiero dar más el coñazo. Siempre es un placer encontrar tocayos por la red y tienes razón en que tenemos los pepe martínez un ramalazo sensiblero muy femenino. Un abrazo fuerte.
La verdad es que estuve muy incorrecto hace siete años. Ahora soy más cauto en la red. Pecados de juventud. Y lo peor es que me he acabado comprando un dominio. Un abrazo, tocayo. Compraremos ese libro.