Parla Este
Al final no fui a la exposición de Geli, pero me fui a Parla. Valió la pena. Mi abuelo era un poco de allí. Aunque getafense, había pasado una buena parte de su infancia allí. Tenía ganas de echar un vistazo al ensanche este de la ciudad de Tomás Gómez. No es sólo la repercusión que Parla ha tenido en los periódicos con su flamante alcalde, es que me llamaba la atención este barrio al verlo desde la R4. Sobra decir que, como cualquier ensanche de los últimos años tiene lo malo de todos ellos: es tan grande como el barrio del Pocero, la urbanización es de amplias avenidas pensadas para el coche, las distancias son incompatibles con la escala humana… parece mentira que el espíritu de lo peor de Le Corbusier se esté materializando cuando ya sabemos que no funciona, parece mentira que Hilberseimer haya vencido a Jane Jacobs cuando habíamos averiguado que ese no era el camino. En resumen, Ley del Suelo pura, 75 viviendas por hectárea sin truco, un no lugar más. Nadie tiene la culpa, es lo que se ha hecho y, mientras se hacía, se pensaba que era bueno.
Vayamos a lo bueno: un razonable transporte público: un tranvía… pero ¡ojo! cuando nos acercamos a los carriles…¡qué es esto! ¿Césped artificial? Increíble pero cierto:
Este césped me recuerda algo que me pasó el año pasado. Teníamos que rehabilitar un edificio de los años 50 con cubierta de agua. Ya no funcionaba como tal, pero era posible rehacerla. Le hicimos al cliente dos propuestas: rehabilitar la cubierta de agua o hacer una vegetal. Al cliente le gustó la segunda opción:
-Está bien, hagamos una cubierta de césped, pero que sea artificial, de menos guerra con el mantenimiento.
Yo le propuse que, ya que hacíamos el césped artificial, lo hiciésemos de color rojo o azul. Mi cliente no entendió el chiste. No había leído a Loos. En Vitoria hemos hecho una plaza de césped rojo.
En todo caso, interesante excursión. Arquitectura de bastante calidad, junto a alguna cosa más floja. Luces y sombras y algún edificio que me gustó mucho (los usuarios no creo que estén tan contentos), como esta preciosidad de un valiente que no teme al policarbonato. El resultado, brillante en lo estético. Le deseo una buena vejez.
Si queréis más edificios, os dejo este enlace . Un resultado muy interesante. Al final, una cañita y pa casa: