Archleaks

Uno de los peligros de la web 2.0 es ponernos a calificar todo como si fuese una casa rural y aceptar comentarios amparados en el anonimato. Nunca voy a ser un Anonymus, nada tengo contra ellos, pero nunca me ha gustado ampararse en el no saben quién soy ni de dónde les viene el golpe.

Me ha llamado la atención poderosamente esta página que va de eso, pero con nuestro oficio. Supongo que ya es hora de que desaparezca el abuso de los falsos autónomos. Pero me parece bastante grave que se eche la culpa sólo al patrón. En el escándalo de la penuria social y económica del oficio de arquitecto tienen culpa los responsables de los estudios, pero también, los aprendices de estrellas, que aceptan el sistema sin queja alguna y los clientes, que saben lo poco que pagan por un trabajo mucho más caro. Las escuelas colaboran, contándonos la fábula de la lechera de que seremos un día artistas con nuestro propio nombre y renombre, de modo que aguantemos a las órdenes de alguien que nos maltrata, algún día seremos nosotros los maltratadores.
Yo he sido arquitecto basura y me parecería indigno echarle la culpa a mis jefes. Fui explotado y me dejé explotar, algo pretendería sacar. Si no me rebelé, culpa mía fue. No recuerdo a ninguno de los estudios por los que pasé, sumergidito, de otro modo que con nostalgia. Creo que dejé amigos y algo más. Culpar sólo a los verdugos es muy fácil… y eso es lo que pretende denunciar esta página… veremos qué tal se les da:

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