Vueling

Al volver de BCN me sorprendió Vueling http://www.vueling.com/. Nunca había usado la línea barata de Iberia. Me acordé rápidamente de haber leído en el periódico que pretendían captar un segmento joven de la población. No deja de chocarme, puesto que, los que volamos, lo hacemos pensando en el horario y el precio, que nos llamen jóvenes o no, nos ## ### ## ####. En todo caso, yo era de los más jóvenes del avión, constatando el fallo en la segmentación marketiniana de esta gente.
Fieles a su imagen «joven», me di cuenta de que la azafata me contaba por megafonía lo mismo que todas las líneas aéreas, pero llamándome de tú: encontraréis el salvavidas debajo del asiento, escuchad ahora unas instrucciones «tendréis que abrocharos el cinturón». Qué colegas y qué molones, cuánto me apeteció volar con ellos de nuevo. El comandante es Manolo de Gijón y la sobrecargo Mari Pili de Las Palmas. Pese a ese espíritu colega, la azafata me pidió que apagase mi e-book. Le dije que un e-book estaba apagado por defecto, pero no me entendió. Le expliqué el funcionamiento del e-book, lo de que está apagado cuando leo la página… le pregunté cómo un e-book cual talibán en 11s podía mandar un avión al traste y, cuando ya éramos siete los implicados en la conversación, decidí dejar de trascender y apagar mi cacharro. Estupendo porque pude disfrutar de la revista de la compañía. Tan colega como todo, como el comandante, como la azafata, le falta recomendar los sitios donde conseguir maría en las ciudades a donde llegan sus líneas. Al menos pude encontrar a mi sobrina Amaya http://www.amaiaarrazola.com/, a la que no visité en BCN, pero se me apareció ilustrando uno de los relatos de la publicación.

 

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